Existe un entusiasmo considerable en torno al potencial de la tecnología de la cadena de bloques para transformar la forma en que aprendemos, introduciendo la próxima generación de innovación educativa. Los titulares anuncian el potencial del blockchain para interrumpir la educación, los profesionales del blockchain reciben habitualmente la mejor remuneración en las conferencias de la industria, y según HolonIQ, aproximadamente 40 millones de dólares en capital de riesgo se invirtieron en blockchain en educación en 2018. Pero esta tecnología aún está en sus inicios. Mirando más allá de las exageraciones, ¿es real el poder transformador del blockchain en la educación? Y, si es así, ¿qué podría interrumpir y cuándo?
Empecemos por ver qué puede hacer esta tecnología en realidad. Un informe reciente de McKinsey la define como:
“Un libro mayor distribuido, o base de datos, compartido a través de una red informática pública o privada. Cada nodo del ordenador en la red contiene una copia del libro mayor, por lo que no hay un punto único de falla. Cada parte de la información se encripta matemáticamente y se agrega como un nuevo ‘bloque’ a la cadena de registros históricos. Se utilizan varios protocolos de consenso para validar un nuevo bloque con otros participantes antes de que se pueda agregar a la cadena. Esto evita el fraude o el doble gasto sin que sea necesaria una autoridad central.”
De un vistazo, la educación, con su énfasis en el intercambio, la adquisición y la verificación de habilidades y conocimientos, parece ser una potencial destinataria de la aplicación de esta tecnología. No es sorprendente que los expertos de la industria de la educación como Tom Vander Ark, OEB Insights y The Blockchain Council hayan identificado hasta veinte posibles casos de uso de educación para la tecnología de blockchain, con un consenso sobre:
- Emisión y verificación de credenciales: debido a su mayor seguridad y su capacidad para funcionar sin una autoridad central, el blockchain es una tecnología ideal para emitir, almacenar y compartir credenciales. Instituciones como Holberton School y MIT (con Learning Machine), actualmente emiten credenciales en la cadena de bloques, con el beneficio de ofrecer un acceso más fácil y una verificación de estas credenciales durante toda la vida. Sony Global Education también está haciendo esto en una escala más amplia, creando una plataforma para administrar las transcripciones y los resultados de las pruebas a través de una plataforma digital.
- Gestión de la propiedad intelectual: otro uso de la tecnología blockchain es para almacenar el conocimiento mismo. Por ejemplo, RocketShoes permite que los activos digitales, como vídeos, imágenes y trabajos de los alumnos, se almacenen y compartan de forma segura mediante blockchain. De manera similar, Ledger Journal y Bernstein usan blockchain para marcar la hora de los manuscritos publicados. Estas nuevas soluciones de blockchain son valiosas porque facilitan el registro y la protección de la propiedad intelectual. Esto significa que los creadores de contenido, incluidos los individuos y las organizaciones pequeñas, pueden tener más confianza en que su trabajo no se utilizará con fines comerciales sin su consentimiento.
- Realización y aceptación de pagos: La tecnología blockchain también ofrece la posibilidad de una base de datos distribuida, segura y dinámica, que las actualizaciones como moneda (efectivo o cripto-monedas) se comparten entre los participantes. Como ejemplo básico, algunas universidades como la Universidad de Nicosia están comenzando a aceptar pagos de matrícula denominados en monedas de cadena de bloques, como Bitcoin. En el futuro, esto también podría extenderse a los pagos que son activados por contactos inteligentes, como la liberación de ayuda financiera cuando un estudiante cumple con los criterios específicos (por ejemplo, cumplir con los requisitos de crédito mínimo y GPA).
Tomadas por separado, cada una de estas aplicaciones tiene el potencial de generar valor incremental al reducir los costos, introducir nuevos flujos de ingresos o mejorar la eficiencia operativa. En conjunto, tienen el potencial de revolucionar verdaderamente la educación operacional.
Para ver todo su potencial, se necesitarían cambios importantes, además de la tecnología, en el ecosistema educativo. Consideraciones a tener en cuenta:
- Las credenciales alternativas tendrían que ser aceptadas por los empleadores y otras instituciones educativas. Las credenciales solo son valiosas si reflejan con precisión las habilidades subyacentes y el conocimiento del titular de la credencial. El trabajo de desarrollar evaluaciones rigurosas, válidas y confiables es de larga data y, en su mayoría, es independiente de las innovaciones en blockchain. A medida que las evaluaciones (incluidos los endosos de colegas, portafolios de trabajo, etc.) se vuelven más confiables para reflejar un conjunto subyacente de habilidades y conocimientos, sus credenciales asociadas ganarán valor. Blockchain podría desempeñar un papel útil para almacenar y recuperar de manera más eficiente y segura los resultados de la evaluación, pero la blockchain en sí misma no conduce a evaluaciones que reflejen con mayor precisión lo que un individuo sabe o puede hacer.
- Los emisores de credenciales tendrían que cooperar en grandes cantidades para generar los efectos de red necesarios para que el modelo de igual a igual sea más efectivo. Para que un verdadero sistema de igual a igual crezca a escala, varias partes deberán participar en plataformas compartidas que faciliten la emisión, el intercambio y el almacenamiento de credenciales. Blockchain hace que este tipo de cooperación sea más fácil, en la medida en que proporciona una tecnología subyacente más efectiva para emitir y verificar credenciales, administrar la propiedad intelectual y realizar y aceptar pagos, pero no se resuelve por completo.
- La política pública de educación superior debería modificarse para respaldar un sistema educativo radicalmente reconfigurado. ¿Las credenciales obtenidas a través de una plataforma de aprendizaje de igual a igual serán elegibles para subvenciones y becas federales, como las becas Pell? ¿Estarán sujetos los proveedores de igual a igual a los mismos requisitos de acreditación que las universidades? ¿Qué recurso tendrá un alumno si es defraudado por un proveedor inescrupuloso de igual a igual? Estas preguntas de política, y muchas más, deberían abordarse en cualquier sistema de igual a igual, independientemente de si blockchain es una tecnología subyacente.
La visión de un sistema de educación entre pares (aumentar la calidad y el acceso al tiempo que reduce los costos) es una visión que merece la emoción que ha generado. Pero blockchain es solo el catalizador y el marco de los cambios necesarios para que esta visión se convierta en realidad. Para los inversionistas y empresarios, sugerimos echar una mirada sobria al ecosistema y los innumerables cambios necesarios para lograr un sistema educativo de igual a igual. Dados estos desafíos, las aplicaciones inmediatas de blockchain pueden ser más modestas y enraizadas en oportunidades concretas, como el almacenamiento y la recuperación de transcripciones de forma más segura y la verificación de las identidades de los estudiantes de manera más eficiente.