Una educación compensatoria

La Educación a Distancia, ha luchado desde siempre, con el mote de “educación compensatoria”, esto es: “una educación de menor calidad, restringida, pero que se acepta para contextos en donde la educación presencial no es factible”, por ejemplo situaciones carcelarias, situaciones extremas, dispersión geográfica, etc.

El e-learning recibió esa “herencia”, muchas veces, el que pretende incorporar una instancia de e-learning, se encuentra tratando de explicar a “responsables de tomar las decisiones” que nunca transitaron una formación on-line, que no es un “sistema compensatorio”, sino otra cosa.

Lo mismo (o peor) sucede en instancias de acreditación oficial, siempre la “vara para medir” pasa por la presencialidad y cómo compensar esa “falta de presencialidad” en la versión on-line.

Si analizamos algunos casos de “buen e-learning”, vamos a descubrir que la “experiencia de aprendizaje” es igual o superior a una instancia de aprendizaje presencial, siempre que el contenido sea factible de trabajar con los recursos tecnológicos que disponemos en la actualidad, tema que abordaremos específicamente en otro capítulo.

Por ejemplo (cito un caso real)

  • Una alumna mayor de 40 años, que nunca había participado de una formación on-line, se aventura a una formación en “Comercio Exterior” con un experto Internacional en un espacio de e-learning.


El alumnado provenía de distintos países de Latinoamérica y Europa. Además de trabajar los contenidos comunes de comercio internacional, el profesor desafió a los alumnos a investigar y comparar legislaciones de cada uno de sus países en función de restricciones y beneficios.

El intercambio fue valiosísimo, sumándole a cada participante la experiencia de primera mano de sus compañeros de otros contextos, considerando ventajas y desventajas en las distintas legislaciones.

Esta alumna, que en un principio estaba un tanto reticente a una formación on-line, y que accedió por el reconocimiento del profesor, quedó fascinada con algo que para ella era algo totalmente nuevo y desconocido. Un buen e-learning.


Y acá entramos de lleno en uno de los temas centrales:

¿Qué elementos constituyen un entorno de excelencia en e-learning?

1- Adecuación de los contenidos a la factibilidad técnica y la disponibilidad, de Oferentes y Receptores de la formación.

A veces, por desconocimiento o inexperiencia, se plantean actividades o espacios inadecuados para los que reciben la formación. Otras veces, se produce un “cuello de botella” y colapsa el servidor que ofrece el espacio, en general en el momento de evaluación, generando frustración. Es necesario considerar permanentemente este aspecto, y realizar pruebas piloto, sin compromisos evaluatorios, antes de incorporar nuevos elementos.

2- Equilibrio entre la Tutoría y la cantidad de alumnos, para mantener el contacto personal.

Más allá de los mecanismos de “auto-aprendizaje” y “auto-evaluación”, si queremos crear un espacio relevante de aprendizaje, el alumno debe poder percibir el seguimiento, apoyo, guía de un tutor capacitado en ese rol, que pueda despejar dudas y fortalecer el proceso.
Una relación de 1 a 12 (15 máximo) en cada “aula”, es lo aconsejable para generar ese espacio de diálogo y contención.

3- Respaldo de un Profesor experto en la materia.

Quizás se pueda contar con una cantidad x de tutores/dinamizadores, pero es necesario que detrás haya un “experto en la disciplina” con el suficiente reconocimiento para despejar dudas y guiar espacios valiosos de intercambio y aprendizaje.
Esos espacios pueden ser variados, sincrónicos o asincrónicos, pero se debe poder contar con ese apoyo relevante que acredite los conceptos trabajados.

4- Interactividad

Tal vez sea muy obvio decirlo: pero un blog, con una sala de chat, no es un espacio de e-learning.
Sin importar si en ese blog, esté subida la Biblioteca Nacional, o enlazados 150 videos de YouTube. O si quizás haya 10 consignas por cada entrada, para participar en un chat.

Si no hay seguimiento, interactividad real alrededor de los temas planteados, consignas a resolver con devolución evaluativa. Si no existen estos elementos, quizás sea un excelente repositorio de materiales de consulta, pero no un espacio de e-learning.

5- Seguimiento y Evaluación

Es imprescindible poder hacer un seguimiento y una evaluación precisa del que recibe la formación. En el próximo capítulo abordamos en detalle el tema evaluación.

Es necesario poder definir con precisión, respecto de cada participante, cuánto tiempo invirtió en cada recurso, como resolvió las consignas planteadas, si participó de los espacios de intercambio (sincrónicos y asincrónicos), y chequear que fue él mismo y no otra persona la que lo estuvo realizando, hoy día existen infinidad de recursos técnicos para poder realizar esto.
Si pensamos que muchos celulares para desbloquear la pantalla chequean nuestra huella digital, nos damos una idea de lo que estamos hablando.

En definitiva poder constatar, quizás con un encuentro por videoconferencia (por poner un ejemplo sencillo), si todo lo trabajado puede ser explicitado en una breve charla de repaso, así de simple.