De cómo hacer una clase virtual global y colaborativa.

En la Era Digital vivimos conectados a Internet, hemos derrumbado fronteras abriendo un abanico de oportunidades para la educación y formación que nunca había existido. Nos permite colaborar, poner en contacto a personas de todo el mundo y nos da accesibilidad a todo la información y conocimiento que antes encerraban los libros. Todo esto es ya bien sabido. ¿Pero esta el sistema educativo beneficiándose de ello? Sin duda hay muchos retos, luces y sombras, pero hablemos de una experiencia online en la que sin internet no sería posible. En este artículo voy a contar lo trabajamos en ISDI.

Los estudiantes.
Tengo 30 alumnos con un objetivo común: aprender de forma significativa. Es decir, tienen una necesidad formativa para su vida laboral o plan de carrera. Cada uno vive en un lugar del mundo diferente, a miles de kilómetros los unos de los otros. Con distintos horarios y contextos de vida. Además, no tienen un nivel de conocimiento inicial igual. En común tienen que su día a día no les deja dedicar a la formación continua (lifelong learning) más de 4 horas a la semana (en el mejor de los casos), por lo que el microlearning es mi aliado.  

Este es mi contexto para diseñar un plan formativo para ellos, en el que no hay igualdad de condiciones, pero si los requisitos básicos: motivación, ganas de aprender, capacidad de sorprenderse y acceso a internet.  

El reto.

Diseñar una experiencia educativa común para este grupo al que enseñarles a través de elearning lo que necesitan para sus carreras profesionales.

Formación en la era digital

Contenido.

El contenido de la sesión es definido por una evaluación previa de las necesidades formativas del alumnado. Al tratarse de formación profesional se trata de competencias laborales que todos mis alumnos necesitan en sus puestos de trabajo o en sus carreras profesionales. Por lo que el contenido de la sesión vendrá definido de las conclusiones de dicha evaluación previa y su interpretación como expertos en la materia. No obstante, dado que en internet existe toda la información, nuestro trabajo se centra en ser facilitadores y acompañantes en el proceso de aprendizaje. Nos centramos en las competencias y el contenido es nuestro vehículo para llegar a ellos, por eso ninguna experiencia formativa es igual a la anterior.

Metodología.

En primer lugar, teniendo el conocimiento y la tecnología de nuestra parte. La Tecnología de la Información y Comunicación nos pone los medios necesarios que sabiendo aplicarlos nos permite lo más importante. Aplicar las metodologías pedagógicas que necesitamos en cada momento. Aquí es donde se da la magia.

Pongamos de ejemplo que quiero diseñar una experiencia educativa de 4 horas en formato online.

En primer lugar, hacemos uso de la metodología “flipped classroom”. Invierto el aula en el que con el compromiso e implicación de mis alumnos a través de vídeos cortos (no más de 15 minutos ya que la atención en pantalla de una persona disminuye pasado dicho tiempo) que les envío por mail o en el campus virtual a través del foro en el que nivelo los conocimientos previos de todo el grupo y les abro la curiosidad a investigar a través de métodos constructivistas. A través de un formulario online ellos liberan sus preguntas para que pueda adaptar mi posterior sesión con todos presentes. A esto le llamamos “Prework”.

Ejemplo de uno de nuestros preworks: https://isdi.typeform.com/to/SjsV2B

Una vez completada esta experiencia educativa que no les llevará más de una hora, tenemos una clase virtual en directo de dos horas de duración. Aquí utilizamos el aprendizaje por proyecto en el que planteamos un problema que deben solucionar de forma colaborativa. Comenzamos con 30 minutos de exposición teórica en la que explicamos y profundizamos en lo trabajado en el “prework”. Planteamos el objetivo del problema que define el proyecto y hacemos grupos de trabajo que realizarán tareas colaborativas divididas en distintas fases de trabajo que denominamos “Sprints”. Como puedes intuir, el profesor se convierte en un facilitador y el estudiante toma conciencia de su propio aprendizaje a través del descubrimiento. Esta fase colaborativa dura 60 minutos y es así como en la última media hora de la sesión online la dedicamos a sacar las conclusiones y los aprendizajes. Además, incluimos metodologías de feedback en la que los alumnos durante el trabajo en equipo dan y reciben feedback de sus compañeros.

Una vez ha acabada esta sesión realizan un trabajo posterior en el que responden a ciertas preguntas, basadas en la metacognición. Es decir, les pedimos que reflexionen sobre su propio aprendizaje durante esta experiencia formativa. Terminan de dar forma a su proyecto de forma online en un entorno colaborativo y lo entregan en el campus virtual o a través de un formulario online. A esto le denominamos “postwork”.

Por último, la asistencia, las entregas de los distintos trabajos y las calificaciones finales son certificados a través de su inclusión en un blockchain. De esa forma nuestra experiencia formativa es veraz, contrastable y su valor no puede ponerse en duda.

 

Evaluación.

Como puedes imaginar esta oportunidad es única, ya que en el prework hemos sido capaces de conocer el nivel previo de cada uno de los alumnos y con el resultado del postwork podemos evaluar el aprendizaje de forma coherente y en términos de igualdad, ya que no todos partían de la misma posición. De esta forma diferenciamos la evaluación de la calificación, cosas bien distintas.
Por supuesto, recogemos feedback directo de los estudiantes, no sólo a partir de evaluar si hemos conseguido llevarlos a cumplir con sus objetivos formativos. Nos evalúan y nos regalan comentarios para mejorar la experiencia a nivel emocional, de contenidos, de esfuerzo y de calidad.  

Reflexión.


Creo firmemente que la experiencia de estudiar online rompe barreras. Los cursos online han demostrado superar muchas más barreras que limitaciones tiene. La tecnología lo ha facilitado de forma infinita e internet ha sido el medio idóneo que nos lo ha proporcionado. Pero no me olvido de que la revolución educativa será metodológica y no tecnológica.

Por otro lado, vivimos en un mundo en el que lo único constante es el cambio y por tanto la única herramienta que tenemos es la innovación que nos da la cualidad de adaptarnos. Lo más interesante de esta es que se da en entornos de diversidad en la que lo importante se centra en las personas y en las relaciones entre ellas donde surge la colaboración.

REFERENCIAS.

ISDI. 

Educación con Innovación.

Cathy Moore 

Melissa Milloway

Elearning Industry.

Canvas Instructure Community 

Google for education 

Blackboard Community


HERRAMIENTAS

Blackboard collaborate Ultra: “herramienta de videoconferencias en tiempo real que le permite agregar archivos, compartir aplicaciones y utilizar una pizarra virtual para interactuar. La experiencia Ultra de Collaborate se abre directamente en su navegador sin instalar ningún software para unirse a una sesión.”

Typeform: “Software en línea con sede en Barcelona como una empresa de servicios que se especializa en la creación de formularios en línea y encuestas en línea. Su software principal crea formas dinámicas basadas en las necesidades del usuario”.

Google Apps: “Paquete integrado de aplicaciones de colaboración y productividad seguras, desarrolladas específicamente para la nube.”

Mural.ly: “Herramienta online que te permite elaborar y compartir murales digitales capaces de integrar todo tipo de contenidos multimedia.”

Genial.ly: “La herramienta para crear contenidos interactivos que enamoran a tu audiencia. Comunica, educa y engancha dando vida a tus creaciones.”Canvas by Instructure: LMS.