Mientras profesores de todo el mundo se preguntan cómo pueden combatir la oleada de ChatGPT entre los alumnos, el desarrollador Edward Tian acaba de ponerles la solución en bandeja. GPTZero es una aplicación capaz de detectar textos generados por inteligencia artificial con un simple copiar y pegar.

Se trata de una aplicación que debería alegrar a todos los profesores que han prohibido ChatGPT en sus cursos. Edward Tian, estudiante de informática y periodismo en la Universidad de Princeton, tuvo una Nochevieja especial al tomarse unos días libres para construir GPTZero. Como puede deducirse de su nombre, esta aplicación web es una respuesta directa a ChatGPT, la IA que lleva sembrando el pánico entre los internautas desde diciembre.

La promesa es tentadora. Edward Tian afirma que GPTZero es capaz de detectar el más mínimo texto generado por una inteligencia artificial. Para ello, basta con copiar y pegar el texto en cuestión en su página web, gptzero.me, y dejar que la aplicación haga su trabajo. Para determinar lo “real” de lo “falso”, o mejor dicho, lo humano de la máquina, el algoritmo calculará el índice de complejidad del texto enviado.

 

ESTA ES LA HERRAMIENTA PERFECTA PARA DETECTAR TEXTOS GENERADOS POR CHATGPT

Para ello, GTZero también analiza la aleatoriedad del texto comparándolo con un patrón similar. A continuación, la aplicación evalúa la coherencia global, el último eslabón de la cadena que le permite, en teoría, detectar la IA que puede esconderse tras el texto. Y, a juzgar por los vídeos publicados en Twitter por su creador, la herramienta es muy eficaz.

Sobre el mismo tema – Bing: Microsoft potenciará su buscador con ChatGPT para competir con Google

Edward Tian probó su aplicación en un artículo escrito por el periodista John McPhee, y después en una publicación de LinkedIn generada por ChatGPT. En ambos casos, GPTZero acertó, e incluso se permitió el lujo de mostrar sus resultados en forma de gráfico, para detectar los detalles que desvelaban la verdad. Si esperabas escribir tu próximo ensayo de filosofía con el chatbot, lo siento, pero ya es demasiado tarde.