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Contexto y necesidad de un modelo pedagógico.
La Formación Profesional se está revelando como una opción cada vez más elegida y recomendable dentro del sistema educativo.
Aún con las necesarias y requeridas mejoras en inversión, estructura, valoración, becas, formación, etc., ofrece en la actualidad un amplio abanico de ciclos formativos y de oportunidades laborales en numerosos campos.
Todo ello ha facilitado el incremento en estos últimos años del número de alumnos matriculados tanto en la modalidad presencial como a distancia.
La clara característica diferenciadora de la Formación Profesional es su carácter práctico, orientando al alumno hacia la adquisición de competencias, hacia el saber hacer.
Se cubren, de esta manera, muchas de las necesidades que las empresas demandan en profesiones con larga implantación y en las nuevas habilidades surgidas de ocupaciones emergentes.
Esta formación orientada a las competencias es también un reto capital en la Formación Profesional a distancia.
No todos los ciclos formativos son susceptibles de impartirse en una modalidad totalmente no presencial, pero existen alternativas, como el blended learning, que se pueden tener en cuenta.
Con esta filosofía eminentemente práctica, que fomenta las habilidades competenciales del alumno, hay que afrontar el reto del diseño de un modelo pedagógico adecuado para la modalidad a distancia de la FP.
Un modelo donde la figura del docente se torna fundamental como guía, como encaminador del alumno hacia el conocimiento.
Se debe abandonar el modelo heredado de la costumbre magistral donde era el profesor el que acaparaba el conocimiento y simplemente lo transmitía y lo evaluaba, volcando en el alumno la responsabilidad de aprender.
Con la llegada de internet y las nuevas tecnologías el conocimiento se ha globalizado, aunque lo sigamos teniendo en mayor o menor medida, las fuentes de información son casi universalmente accesibles y el contexto formativo se ha tornado colaborativo, enseñamos y aprendemos al mismo tiempo.
El modelo pedagógico es el andamiaje que sostiene el desarrollo del patrón de enseñanza aprendizaje con el que desplegar esa adquisición de habilidades, de competencias, de saber hacer, que, como hemos comentado, debe caracterizar a los ciclos formativos de grado medio y superior.
El modelo pedagógico debe:
- Recoger el diseño curricular de cada materia del ciclo.
- Contener los materiales didácticos adecuados y actualizados para la formación a distancia en Formación Profesional.
- Diseñar múltiples actividades orientadas a las competencias que el mercado laboral y las necesidades formativas vaya demandando en cada momento.
- Desarrollar métodos de evaluación y valoración confiables, adecuados y múltiples.
- Contemplar con esmero el tipo de alumno, sus posibilidades, habilidades y actitudes.
- Exponer los recursos materiales, humanos y la infraestructura física y tecnológica necesarios.
- Potenciar una metodología que fomente la interactividad y el trabajo en entornos colaborativos.
- Tener personal formado en educación a distancia.
- Revisarse y actualizarse de forma constante.
Modelos aplicables
Constructivismo
Aprendizaje basado en el alumno. Este método se basa en un alumno que participa activamente en la resolución de problemas, fomentando sus habilidades por competencias y su capacidad crítica.
Construye su conocimiento, no se limita a acumularlo, lo teje a base de experiencia, ideas, pruebas, errores y conexiones de conceptos que le permiten una autonomía creativa y resolutoria en la creación de nuevos conocimientos.
En el sistema presencial ha primado, habitualmente, un modelo de adquisición de conceptos como mero reflejo de la realidad existente o percibida, obstaculizando, de esta manera, las posibilidades creativas que supone conectar lo que cada alumno percibe de la realidad ofrecida con su proceso mental de dicha realidad en función de su experiencia y del bagaje de conocimientos previamente adquirido.
En definitiva, coartando la posibilidad de aportar soluciones propias, razonadas y elaboradas a los problemas, de pensar y de reelaborar entornos críticos con cada situación.
Se observa, por tanto, la importancia reseñada de la figura del tutor, del facilitador, que centre el enfoque constructivista en el alumno como persona, conociéndolo, individualizándolo, vinculándolo con el proceso de adquisición de conocimiento y guiándolo en el desarrollo de sus habilidades a través de un diseño adecuado de las actividades.
Un aprendizaje basado en acciones prácticas, en el hacer por encima del recordar, se antoja vital para conseguir la consecución de dichas habilidades en la Formación Profesional a distancia.
Fomentar la participación, fomentar la duda, y fomentar la equivocación como trampolín para aprender. Si no pruebo y soy consciente de que me equivoco no podré solicitar ayuda para aprender a hacerlo correctamente.
El tutor online es ese soporte de ayuda, pero dejando la libertad necesaria para que el alumno sea conocedor de que lo necesita.
En este modelo constructivista conocer al alumno e individualizarlo no supone aislarlo, sino, todo lo contrario, de esa manera integrarlo correctamente en un entorno de aprendizaje con otros alumnos que sea lo más confiado y productivo posible.
Conectivismo
No debemos considerar exclusivamente la utilización de un solo modelo, como podría ser el constructivismo, se pueden combinar diferentes posibilidades.
El conectivismo, la teoría pedagógica desarrollada por George Siemens, es perfectamente compatible con el constructivismo.
Se basa en el efecto de la tecnología en el aprendizaje, pero desde el principio del caos de una teoría impredecible, por numerosas circunstancias, variadas, diferentes, pero conectadas entre sí y que se influyen de manera constante y multidireccional.
Esta teoría busca que el alumno averigüe los patrones ocultos de significado que ya existen.
De igual manera otorga un valor capital en este proceso de adquisición de conocimiento a que el alumno cree sus propias conexiones entre personas, grupos, fuentes y nodos de información. Una red colaborativa donde se consuma y se comparta información por igual.
Estas redes, que el propio alumno estructura, las fuentes de información que utiliza, las actividades de aprendizaje que realiza y las herramientas que maneja es lo que conforma su PLE (Personal Learning Enviroment), su entorno personal de aprendizaje.
Lo crea de forma libre, autónoma, pero con la guía y ayuda del tutor o docente.
Los PLE se estructuran con las posibilidades actuales que proporciona la tecnología, y a través de ella se desarrollan y alcanzan múltiples posibilidades.
En definitiva, tanto el constructivismo como el conectivismo muestran el nuevo rol del docente, en la formación a distancia, como guía, facilitador, coordinador, moderador y mediador.
Potencian la figura central del alumno en el proceso de aprendizaje, fomentan la colaboración y la autonomía como base de adquisición de conocimiento, acogen el espíritu crítico y crecen a través del desarrollo de la tecnología.
Sobre todo, y de ahí la necesidad y validez de su implementación en la Formación Profesional a distancia, son el sustento de la adquisición de competencias, vitales en el entorno laboral actual.
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Resumen
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Tanto el constructivismo como el conectivismo muestran el nuevo rol del docente, en la formación a distancia, como guía, facilitador, coordinador, moderador y mediador.
Seguro que a Manu le encantará leer tus comentarios ¿qué tal si le dejas uno a continuación?
Muy bueno, gracias por la información
Constructivismo y conectividad dos temas que nunca deben dejar de estar asociados, en estos nuevos modelos de enseñanza aprendizaje, lo que me preocupa es como asociamos con la didáctica.